Cuando ayer se divulgó la extensa carta que Alex Saab le escribió al primer ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia, fue fácil darse cuenta de que el testaferro de Nicolás Maduro está asustado. O quizás no es él sino el régimen. Y la misiva, firmada por Saab, más bien debería llevar la rúbrica de Maduro.