Por: Sociólogo Andrés Emilio Cardona
EL NUDO GORDIANO DE LA
CRISIS POLITICA
Para los que llegaron tarde y para
refrescar la memoria. Un “tun, tun” se escuchó en la puerta de Miraflores, era
la nueva mala de la peor derrota electoral infligida al chavismo, el 6 de
diciembre de 2015. Fue contundente y humillante la derrota en las elecciones
parlamentarias, en la que pasaron de ser una mayoría parlamentaria a una
minoría sin incidencia en las decisiones del órgano legislativo. El voto
castigo al mal gobierno se hizo sentir, la MUD obtuvo la mayoría parlamentaria,
una alta votación le dio las dos terceras partes, lo que no pudo hacer el
finado expresidente Hugo Chávez, con su liderazgo. El gobierno estuvo confiado
de la victoria, habían suspendido el proceso de escogencia de los magistrados
del TSJ. El inquilino no cumplió con su tan cacareado compromiso de reunirse,
el día siguiente de las elecciones, con los diputados electos. La vergüenza los abrumó y no les quedó más
que reconocer, entre dientes, la derrota electoral.
Se encendieron las alarmas en
Miraflores, se presentó un corre y corre en palacio, iban y venían muchos
personajes políticos, nacionales e internacionales, reuniones tras reuniones se
producían a menudos. Buscaban las formas
y maneras de como arrebatarle, las dos terceras partes, a la oposición
venezolana; y, sobreponerse del golpe certero y noble recibido por la pérdida
de las parlamentarias. Armaron una tramoya en un estado tan remoto, como lo es
estado Amazonas, sobre un supuesto fraude electoral. Crearon una matriz de
opinión, mediante una campaña mediática ejercida por la hegemonía
comunicacional, que caracteriza a los gobiernos tiránicos; que lo ocurrido en
el Estado Amazonas, fue que el gobierno regional, dirigido por el gobernador
Liborio Guaruya, utilizó los recursos del Estado para comprar votos y torcer la
voluntad de los electores amazonaenses.
Hasta el sol de hoy, agosto de 2020,
la gran mayoría de los venezolanos están creídos, que en Amazonas ocurrió un
fraude electoral. Pero resulta grotesco saber que, la demanda de los candidatos
perdedores del PSUV, no versa sobre la compra de votos sino sobre los votos
nulos, según consta en el Expediente N° AA70-E-2015-000140 de la Sala Electoral
del TSJ, recomendamos su lectura. Ellos alegaron que los votos nulos (4.847
votos nulos) son superiores a la diferencia entre el candidato ganador y el
perdedor (2.260 votos de diferencia). Con un argumento baladí que, durante las
votaciones los electores salían de los centros electorales y les manifestaban,
“voté por ti; pero, la máquina me dio el voto nulo”. Según este argumento,
todos los votos nulos eran para ellos. La Sala Electoral TSJ, compuesta por
militantes del PSUV, violando la norma constitucional y legal de la República,
el 30 de diciembre de 2015, tomó la decisión de suspender la proclamación de
tres (03) diputados del Estado Amazonas y un (01) diputado indígena del
circuito sur de los Estados Amazonas y Apure; y, así quitarle la mayoría calificada
de dos terceras (2/3) partes a la oposición democrática.
Esta decisión de la Sala Electoral
del TSJ, creó la peor crisis sin parangón en la historia republicana de
Venezuela. Crisis que se manifiesta en todos los órdenes de la vida nacional,
es una crisis humanitaria de terrible consecuencias inmensurables. La tiranía
pensó que el mundo democrático se quedaría impávido ante tamaña violación a los
DDHH y derechos políticos de los venezolanos. Subvirtieron el orden
constitucional y legal de la República; o, dicho de otra manera, dieron un
golpe de estado continuado a la AN, en la que le quitaron la mayoría
calificada, el presupuesto para su funcionamiento, le vaciaron sus competencias, en fin, anularon la AN. No
puede haber democracia sin parlamento; porque, en democracia son permisibles
las distintas corrientes del pensamiento humano. En Venezuela existe un
gobierno cívico militar corrupto neofascista, negadora de todo vestigio de
democracia y república.
El bufete de Miraflores, llámese TSJ,
en su afán de anular a AN, ha tomado más de 165 sentencia en contra del Poder
Legislativo, declarando inconstitucionales todas las leyes aprobadas; y,
vaciando sus competencias constitucionales. Ante tanto atropello, detenciones
arbitrarias, persecuciones y exilios de diputados, la AN ha resistido a todos
esos embates con mucho decoro. Ha recibido el apoyo internacional de la mayoría
de los países de América Latina; de los gobiernos de Canadá y EEUU; de la
Comunidad Europea y de algunos países de Asia y Africa. El nudo gordiano de la
crisis, está en desalojar del poder a Nicolás Maduro y sus militares corruptos
y traidores a la patria; y, conformar un gobierno de emergencia nacional.