Por: Sociólogo Andrés Emilio Cardona
EL ARCO MINERO: EL ECOCIDIO MAS
GRANDE DEL MUNDO
La
situación crítica que actualmente experimenta Venezuela, no tiene parangón en
la historia republicana venezolana. Crisis que se expresa en las distintas
esferas de la sociedad; en la economía, la política, en lo social, en lo moral,
lo cultural. Es una crisis estructural que solo tiene solución estructural. No
recordamos los venezolanos nada que se compare a la situación de escasez, de
desabastecimiento y de hiperinflación que vive actualmente la economía
venezolana.
El
gobierno ha insistido de imponer el modelo socialista en Venezuela, estatizando
la economía venezolana. Ha destruido el aparato productivo nacional con la
consiguiente distorsión de un proceso hiperinflacionario, que no es más que
inflación con especulación. Venezuela se encuentra atrapada en un callejón sin
salida; la producción petrolera está al nivel de 1934 y los precios del barril
petrolero están en la baja. Una pesadísima deuda externa que nos pone en una
situación de default.
Esta
situación embarazosa, puso al gobierno a buscar una alternativa económica no
petrolera para obtener dinero, de la cual surgió el megaproyecto Arco Minero
del Orinoco, que es la explotación minera en el Estado Bolívar, Delta Amacuro y
Amazonas. Este megaproyecto está en franca violación a la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y las leyes relacionadas al ambiente y los
parques nacionales. El gobierno venezolano les ha otorgado concesiones mineras
a la guerrilla colombiana; al hampa común y de los familiares y testaferros del
generalato del ejército venezolano, que operan la explotación del oro a cielo
abierto, destruyendo centenares de hectáreas de terreno y contaminando con
mercurio las aguas, la flora y la fauna.
Todo lo que se haga para obtener
dinero, al gobierno no le importa si el megaproyecto Arco Minero del Orinoco va
en perjuicio o no de la nación, a ellos lo que les importa es la plata. Para
ello, han creado la alianza satánica cívico-militar para alcanzar sus
intenciones y propósitos de medrar el presupuesto de la nación a su patrimonio
personal. Mediante la hegemonía
comunicacional, han generado una matriz propagandística de la “guerra
económica”, “bloqueo económico” y acabar con el “rentismo petrolero”, para
justificar lo que constituye el desastre ecológico más grande del mundo y hacer
ver que el megaproyecto redundará en beneficio de la nación.
Mediante la hegemonía comunicacional
se ha creado la falsa expectativa de la “Venezuela productiva”, de pasar del
“rentismo petrolero” a desarrollar la minería, la agroindustria, la pesca y
otros rubros de la economía venezolana; es más de lo mismo, es pura paja. El
gobierno solo tiene una visión crematística, sin considerar las voces de
especialistas y ecologistas que plantean que el megaproyecto es inviable e
insostenible; porque, tiene un gran impacto negativo en el reservorio ambiental
más importante del país y del planeta. Una de las prioridades del gobierno de emergencia
nacional, es parar esta locura.