#CiudadaníaSolidariaVzla./OPINIÓN Carlos Alaimo:

 Luis Herrera Campins, el hombre que conocimos, a 17 años de su partida.
Luis Herrera

La cuarta República comienza su proceso de crisis cuando los intereses particulares estuvieron por encima de los intereses de la nación.

El “Caracazo” del 28 de febrero del 1989 nunca debió haberse producido y es desde allí que nace todo un protocolo para ir destruyendo a la aún naciente democracia y descabezar la dirigencia política por nuevos actores, quienes por la vía del dinero y del poder mediático aspiraban controlar al Estado.

La cuarta republica no era perfecta, puesto que la fuente de ese sistema es perfectible.

La democracia se nutre del debate, de la confrontación de ideas, de la capacidad de sus líderes de entender y aceptar que la alternabilidad y el pluralismo son valores propios de un modelo político, que aunado a la honestidad y ética moral permite su fortalecimiento, logrando así su crecimiento. 

Hoy en el mundo moderno la democracia está en crisis. En Venezuela durante los últimos 25 años se ha pretendido sustituir los valores democráticos que nacieron en el 1958, cuando una pléyade de hombres fueron capaces de concebir un proyecto de Nación democrática, sellando esa visión de País lo que se les conoce como el “Pacto de Punto Fijo”.  Entre esos héroes de la reconstrucción de las libertades del país, de la justicia y de los derechos humanos estuvo Luis Herrera Campins.

La memoria histórica de Venezuela está en deuda con este llanero, valiente y gallardo de profunda convicción humanista y solidaria.

Hoy, cuando se están cumpliendo 17 años de su partida, es preciso honrar su memoria en su justa y real dimensión. Los Venezolanos estamos obligados a estudiar la política y a sus actores si queremos salir de este funesto presente y ser conducidos en el mañana por líderes auténticos impregnados de talentos y de honestidad.

Luis Herrera Campins fue uno de ellos. Tenaz, constante, con una vocación de servicio y de poder que ante una derrota sufrida en una convención interna de su partido, denominada “Radio City “ no se amilanó y por el contrario, ante la derrota sufrida por Lorenzo Fernández, candidato que lo derrotó para la candidatura presidencial y que no llega a Miraflores al ser derrotado por Carlos Andrés Pérez, al día siguiente se levanta con gallardía y convicción para recorrer el país en su grito “del peregrino”. No fue una campaña mediática, fue de un recorrido nacional donde “tocó” a la gent, llevando su mensaje sencillo pero profundo, proponiendo que lo acompañaran en un proyecto de país, donde el “ Humanismo Cristiano en la acción política estaría presente”.

Hoy el Partido Centro Democrático  -PCD- quiere honrar su memoria y ponerlo de un ejemplo de una generación que estuvo al servicio de la gente, que vino a servir y no a ser servido, en el mejor modelo de Jesús y, con su liderazgo en la conducción de la nación, desde Miraflores sembró el país de una incalculable obra de infraestructura, de servicios públicos pero sobretodo un gran aporte a la educación, a la cultura y al deporte.

Lamentablemente su partido Copei no fue leal ni honesto en la defensa de su gestión presidencial, siendo víctima de la mezquindad interna de COPEI, la cual se tradujo en la derrota presidencial de su candidato. Fue un fiel exponente de la democracia cristiana con una claridad ideológica única que en su quinquenio no solo la sembró en Venezuela sino también en Latinoamérica, cuando con otro excepcional ser humano como Arístides Calvani, tiraron la semilla en el continente de democracia,  combatiendo regímenes autoritarios, tanto de de izquierda como de derecha.

A Venezuela se le va a reconocer no solo por exportar petróleo y misses sino también por exportar democracia” decía en su elocuencia y sencilla comunicación con la gente. Fue un ser extraordinario que desde el PCD lo podríamos calificar de ser el primer líder que luchó contra el populismo y que siendo fiel a sus valores, combatió los vicios del consumismo y de otras manifestaciones que en ese entonces se estaban introduciendo por la vía del poder mediático como lo fueron el cigarrillo, el licor y la pornografía en los medios.

Esta política sana, apegada a sus convicciones ideológicas, le costó que a su salida de la conducción del Estado, el denominado 4to poder, que eran los dueños de los grandes medios de comunicación nacionales, nunca más le un un minuto de radio y Tv y centímetros je en los periódicos. Fue un hombre que nunca se amilanó ante las adversidades y las enfrentó basado en su convicción en los principios que motivaron su vida. Para este partido, el PCD, Luis Herrera Campins  es un ejemplo a seguir.

Y hoy a los 17 años de su partida del plano terrenal, lo recordamos por su sencillez y honorabilidad con la cual vivió y tambien murió. LHC fue ejemplo para la juventud de hoy que ama y quiere abrazar la política. En esa cuarta republica hay muchos líderes locales, regionales y nacionales que deben ser referentes. Estos, hoy poco recordados y reseñado, están siendo sustituidos por políticos totalmente en altísimo porcentaje corruptos y mediocres que tan solo llegaron a la política para servirse y lucrarse.

Esta generación de los últimos 30 años son los que desgraciaron la vida de los venezolanos, destruyendo un país que hoy 9 millones de su gente está dispersa en el mundo.

Ante la realidad que hoy que vivimos, ¿como no recordar y homenajear a un ser excepcional como lo fue Luis Herrera Campins? Desde el Partido Centro Democrático -PCD- lo recordamos con afecto y añoranza y siendo un ejemplo a seguir.

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